Tinta y papel, café y sentires. Ruby Fernández on the road

Tinta y papel, café y sentires. Gustar no sólo de Jazz sino de acordes que comprometan su pensar/estar/andar. Multidisciplinar con raíz-arte. Dedos rápidos, alma voladiza. Miradas licuadas. Vila-Matas lo visita, Cortázar lo secunda, Miles Davis lo ambienta… tiempo que has de sentir. Refugio para extraviadas anécdotas y personajes malditos, reducto de resistencia, barricadas de cultura, periodismo cultural o cómo puentear doctrinas rubricando fotos y compases sincopados. Mundos soñados.

Iletrado sueña, Cuerdo realiza. Curiosos extraños a los que seguir hasta el agujero del que brota el saber contenido. Iletrado adquiere obras, Cuerdo las reseña (aunque se le escape alguna idea ). Iletrado tan sociable, Cuerdo tan huraño. Iletrado tan “Chiaro”, Cuerdo tan “Oscuro”. Iletrado gourmet, Cuerdo Sumiller. Iletrado intuición, Cuerdo razón, Iletrado fugitivo, Cuerdo tiempo y balas semánticas.

Sones o parte fundamental de su yo, conversaciones en barras de madera, buen café y buen cognac. Adorar el silencio en una ciudad de provincias…

Ruby Fernández

Ruby Fernández (Murcia, 1985).  Existen personas que parecen estar destinadas a crear imágenes mediante palabras, que buscan con especial ahínco seducir con una simple y meditada (aunque también espontánea) frase, que transforman la cotidianeidad en un suspiro, en un «ay!». Desde Murcia con Amor la incrédula Ruby Fernández (digo incrédula porque no cree en su «arte literario») impregna cada uno de sus textos de pasión, lujuria, de «gestos infantiles en un hacer adulto» (tomo prestadas algunas palabras suyas), de inteligencia y sentimientos encontrados; son confesiones que afloran de los pequeños instantes, secretos en voz alta, miedos y silencios. Sincera, natural, sencilla y desenvuelta, aquello que lees es ella misma, cada punto, cada coma, cada pausa o ausencia de la misma. Desde que tuviera la oportunidad y el placer de conocerla y leerla siempre tuve claro que debía (re)conciliarse con ese yo interno del que asoma toda esa bravura y energía, esa necesidad de narrar lo vivido, lo sentido o intuido. Una vez consiga hacer frente a este reto, nada ni nadie podrá detenerla en su camino hacia ese firmamento imaginario de letras.

Historiadora del arte, le gusta flirtear a ritmo de jazz y se reconoce adicta a la arquitectura, a los poemas que le encogen a uno el corazón, a los instanteseléctricosqueemergendelanada. Desconocida para muchos, estamos seguros de que pronto (si ella quiere, claro está) visitará las estrellas y las conquistará. Tan solo debiera (y perdón por la insistencia) tener fe en ese «don» con el que descifra algunos de los enigmas de esta vida nuestra repleta de paradojas. Muchos de sus textos pueden sentirse (porque se sienten, de veras) en su particular rincón, ese que dice «Si no saben volar pierden el tiempo conmigo». Así que, ya saben, aprendan a volar antes de adentrarse en http://rubyyloscasinos.blogspot.com.es/

iletradoperocuerdo

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